En los últimos años, Twitter se ha convertido en uno de los canales de comunicación más usados tanto por empresas como particulares. Según estudios sobre las redes sociales, podemos decir que un porcentaje de usuarios sigue a una marca, ya que están interesados en ella, quieren estar informados sobre sus novedades o sobre los concursos y promociones que pueda realizar. Para aprovechar las ventajas comunicativas y comerciales que Twitter y otras redes sociales nos ofrecen es necesario definir el público objetivo, que información queremos hacer llegar y cómo se van a publicar esos contenidos en el perfil. Para ello podemos seguir unas pequeñas pautas:
- Lo primero que debemos tener claro es el objetivo que queremos conseguir con nuestra presencia en Twitter. Podemos optar por llegar al máximo de personas posibles para que conozcan nuestra actividad, aunque también podemos usarlo para fidelizar a los clientes que ya confían en nuestra marca.
- La publicación de contenido debe estar bien planificada, ser útil y si es posible variada. Sin olvidarnos de que nuestro propósito es atraer a posibles clientes, por lo que publicar contenidos que no estén relacionados con nuestra actividad no tiene mucho sentido.
- Una de las características propias de Twitter y del resto de redes sociales es que permiten a los usuarios opinar sobre cualquier cosa, lo que para la empresa puede ser un arma de doble filo, ya que pueden alabar su actividad o recibir críticas. En cualquier caso debemos mantener una actitud profesional y contestar a las dudas o agradecimientos que los usuarios nos hagan llegar.